No hay productos en el carrito
El corazón está agitado, las gotas de sudor recorren tu rostro hasta tocar el piso, el cuerpo tiembla. Escuchas la música de fondo y la voz del coach con palabras de aliento. Se nubla todo, ves el piso, empapado, quieres renunciar, ¿Llegaste a tu límite o te has rendido? Ya no tienes fuerza, una voz dentro de ti grita: ¡Una más, una más!
¿Negarás que también has pasado por esta situación? Todos los crossfitters llegamos a un punto del entrenamiento donde nos rompemos y creemos que no podemos más, la fuerza física de a poco se esfuma hasta que finalmente desaparece. Somos solo un suspiro, de un momento a otro el grito de ‘una más’ provoca algo en el cuerpo que nos da un último empujón.
La mente es más fuerte de lo que crees, lo que me lleva a decir que es la base del entrenamiento. Lo que provoca que hagamos cosas magníficas con nuestro cuerpo y que superan nuestras expectativas. A todos nos pasa cuando está de por medio la dedicación.
Existen muchas motivaciones, entre ellas:
Seamos sinceros, la más habitual es buscar lucir bien estéticamente. Aunque si practicas CrossFit puede ser suficiente razón para apasionarte por la activación física, encaminándose por las emociones. ¿Cuál es tu motivación?
Establece metas y registra tus marcas
Calendariza en un mes los días que vas a ir a entrenar (preferentemente de 3 a 5 días a la semana) y los objetivos que quieres, así se siente un mayor compromiso contigo mismo.
Por ejemplo, si te propusiste o en la clase establecen hacer 5 sets con 15 reps de Toes to bar, cúmplelo, no hay excusas para decir que ‘casi’ acabaste. Es mejor detenerse por unos segundos para recobrar el aliento y terminar las que te faltaron aunque los demás atletas ya hayan acabado.
Entrena con una o más personas
No hay nada mejor que compartir la misma pasión con un amigo, pareja o compañero que te dé apoyo moral para terminar las reps o sets. Es algo así como un coach motivacional, además de que pueden competir entre ustedes para sacar su mejor rendimiento.
Diagnóstico personal
Escribe un tipo diario de lo que lograste en tu entrenamiento, incluso si te quedaste a poco de terminar. Si crees que ya no fueron tan pesados los Deadlifts proponte en el próximo entrenamiento subir tu RM o PR. El objetivo será ver cómo has progresado o si tuviste un bajón, trabajar en ello y volver al ritmo. De igual manera, podemos detectar malos hábitos como no dormir bien o la cena muy cargada del día anterior que afectaron el rendimiento en tu entrenamiento.
Ubicar nuestros límites
Sabemos que la motivación hace que hagamos posible lo imposible, pero, haz una introspección de tu cuerpo. Como todos, tienes límites, es mejor no esforzarte de más para evitar lesiones o algún problema de salud. Paso a paso, ya habrá más días para lograr tus objetivos.
Todos tenemos distintas motivaciones, no importa cuál sea, lo importante es que vas por un buen camino y tienes que mantenerlo. La motivación es una gran parte del estilo de vida de todo atleta y hay muchas cosas que la complementan como la disciplina o la dieta.
Un problema cuando comienzas en el entrenamiento o si lo dejaste un tiempo por una lesión es presentar mareos que conllevan al vómito, por mencionar algún ejemplo.
No seas de los que ponen excusas para entrenar, por más cansada que fue la jornada, progresivamente ejercitarte hará que sea más fácil sobrellevar una vida ajetreada y llevarla con más energía.
No busques la motivación, haz que sea una extensión de tu vida.