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La diferencia entre disciplina y adicción

por Maria Fernanda Cortez en August 31, 2022

El realizar cualquier deporte o actividad física siempre nos traerá resultados positivos en todos los ámbitos. Ser una persona activa por lo general es alguien que goza de buena salud. Más allá de los resultados físicos, se experimenta un constante cambio a nivel mental, lo que provoca mayor satisfacción para realizar más tiempo un deporte o desafiarse a sí mismo para obtener más fuerza o resistencia.

El deporte nunca será malo para nadie. El deporte incluso salva vidas. Por eso es que los atletas que desempeñan un papel impecable en sus deportes natos son personas que millones de personas siguen y admiran. No solo por su fama o la suma de dinero en sus bancos, la disciplina es lo que admiramos, sabemos que no es fácil llegar a su nivel y eso conlleva arduo trabajo.

La disciplina la define la Real Academia Española como; Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral. Básicamente es una serie de pasos basados en valores, los cuales son jerarquizados por su relevancia. Cualquier persona que aplica disciplina en lo que sea que desempeñe, es muy probable que obtenga los resultados esperados. No es magia, suerte o preferencia, es constancia.

Cuando tienes muy claro un sueño o un objetivo, la disciplina va a ser el medio para llegar al éxito. Las características que distinguen a una persona que lleva a cabo dicha disciplina son; querer obtener algo en concreto, son comprometidas con lo que hacen y son sumamente ordenadas. Eso sí, si no tienes un plan de tus rutinas y horarios, no obtendrás lo que deseas. Cualquier personaje que admires tuvo que ser disciplinado para estar donde está.

Las personas que vivimos sin adicción al alcohol o a drogas de cualquier tipo, creemos que estamos libres de tener alguna adicción tan mala que pueda dañarnos por completo. Pero no siempre es así. Como lo mencionaba antes, las personas que realizan deporte, generalmente gozan de buena salud, lo que no les implicaría la necesidad de tener alguna adicción.

Muchas veces se llega a confundir ser disciplinado con volverse obsesivo. ¿Qué pasa cuando de un momento a otro comienzas a sentirte desesperado por un día que te enfermaste o te lesionaste y tuviste que pausar el entrenamiento? No es normal. El cuerpo también requiere su debido descanso. Y comienzas a querer ir más veces al gimnasio porque sientes que los resultados no son suficientes o no crees que vas en el camino correcto. Quizá hasta tu vida solo se base en pensar, soñar y vivir para hacer ejercicio.

Eso sí es un problema grave, pero muy difícil de entender una vez que tienes el problema. Como en toda adicción, el no someterse a lo que nos está robando tiempo y salud, causa una abstinencia muy dura. 

Tanto así, que el mismo cuerpo puede llegar a experimentar cambios como ansiedad, nerviosismo, depresión, dificultad para concentrarse, irritabilidad, estrés entre otras. Los psicólogos dicen que la adicción al ejercicio cae dentro de la categoría de adicción conductual, en la cual el comportamiento de una persona se vuelve obsesivo, compulsivo o causa disfunción en la vida de una persona.

Las mujeres corren el riesgo de lo que se conoce como la "tríada de la atleta femenina", que incluye la pérdida de la menstruación, la osteoporosis y los trastornos alimentarios. Para los hombres, se ha demostrado que el ejercicio intenso disminuye la libido.

Se cree que afecta a aproximadamente el 3% de las personas, aumentando al 10% entre los corredores de alto rendimiento.

Los síntomas de un ejercicio excesivo incluyen lesiones como fracturas por estrés, tendinitis y un bajo sistema inmunitario. 

Martin Turner, psicólogo de deporte y ejercicio de la Universidad Metropolitana de Manchester, ha trabajado con atletas durante 10 años y regularmente se encuentra con personas consumidas por su identidad atlética. Sus estudios reflejan que este tipo de "creencias ilógicas" están asociadas con una mayor dependencia del ejercicio, depresión, ira, ansiedad y agotamiento.

Librarse de la adrenalina y de las endorfinas que se producen a través del deporte puede ser particularmente difícil.

Como con cualquier otra adicción, romper el ciclo y avanzar hacia la recuperación puede ser un proceso largo y complicado. Turner cree que el primer paso es reconocer la adicción.

Algunos signos para identificar si estás pasando por una adicción al ejercicio son:

  • No te saltas ningún entrenamiento, aunque estés cansado, enfermo o lesionado.
  • No puedes tomar tiempo libre o sentirse ansioso o culpable si se pierde, aunque sea una sola sesión de entrenamiento.
  • Estar constantemente preocupado por el peso y rutina de ejercicio físico.
  • Dejar de ver amigos y de hacer otras actividades, además de abandonar las responsabilidades para tener más tiempo para el ejercicio físico.
  • Basar la autoestima en la cantidad de sesiones de ejercicio físico que completa y en el esfuerzo que pone en el entrenamiento.
  • Nunca hay satisfacción con los propios logros físicos.

Un terapeuta puede ayudar a las personas con una adicción al ejercicio físico a cambiar las conductas no saludables, a moderar el ejercicio físico y a encontrar estrategias de adaptación. 

Nunca es tarde para pedir ayuda. Haz ejercicio, ponte desafíos, crece como atleta, solo recuerda que el ejercicio no te define como persona. No llegues a los excesos y explotes tu cuerpo. Y es que, la adicción al ejercicio también es mala. Desafortunadamente vivimos en un mundo lleno de estereotipos en todas las plataformas de comunicación. Esto alimenta la inseguridad y la baja autoestima.

Mírate al espejo al despertar y cada día di algo positivo que veas de ti y que no se repita, practícalo todos los días. Poco a poco podrás verte como realmente eres, valemos por quiénes somos no por cómo lucimos. 

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